Taller de hostelería básica para la formación de personas trabajadoras en cocina, barra y sala.
04 noviembre 2016
EL HIELO POR JAVIER DE LAS MUELAS
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EL HIELO POR JAVIER DE LAS MUELAS
MAGAZINE - DRY TIPS
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Las grandes barras de hielo que eran arrastradas por punzones (hoy en desuso y sólo instrumentos de pasión en manos de Sharon Stone), guillotinadas y servidas a una ó dos ptas. el trozo, han dado paso a geometrías nuevas: cubos y cilindros.
TEl hielo, cuyo uso hoy nos parece de lo más normal y asequible ha sido uno de los elementos más deseados por el hombre desde épocas muy remotas. Ya los romanos lo iban a buscar a montañas nevadas transportando grandes trozos de hielo en sacos de arpillera a lomo de mulillas y protegidos por hojas y pieles de animales para su conservación.
La materia prima era un elemento tan poco duradero como la nieve, su recogida requería de un gran número de personas, y para su conservación hacían falta construcciones acondicionadas, muchas veces de grandes dimensiones. Se han llegado a encontrar “neveras” de más de 2.000 años de antigüedad en la ciudad china de Xian, de donde son originarios los famosos guerreros de terracota, de 27m. de largo por 7m. de ancho y 12m. de altura.
Las grandes barras de hielo que eran arrastradas por punzones (hoy en desuso y sólo instrumentos de pasión en manos de Sharon Stone), guillotinadas y servidas a una ó dos ptas. el trozo, han dado paso a geometrías nuevas: cubos y cilindros.
A veces me comentan amigos que en determinados establecimientos sirven combinados de poca calidad (de garrafa) ya que al día siguiente de tomar un solo long drink se levantan con un fuerte dolor de cabeza. La explicación no es otra que la utilización de un hielo mal filtrado, sin ósmosis ni descalcificación, que contiene impurezas que precipitan al irse deshaciendo el cubito y se convierten en pequeños alfileres que ayudados por el gas de los refrescos son llevados por el torrente sanguíneo hasta el cerebro donde se clavan en nuestras neuronas.
El hielo es una de las claves de la coctelería. Mi cubito preferido es el que elaboran las máquinas ITV: cilíndrico, transparente y brillante como si de un diamante se tratara, un buen hielo es decisivo para el nacimiento de un cocktail memorable.
No es necesario hacerse traer el agua de los Highlands escoceses tal como hacían los multimillonarios porteños de principios del siglo XX para fabricar cubitos de hielo, en casa podemos utilizar pequeñas fabricadoras de cubitos o bien bandejas que llenaremos con agua embotellada (nunca del grifo). De esta forma, evitaremos encontrarnos en la cómica pero trágica situación de que nuestro Manhattan en lugar de trasladarnos a Nueva York, nos lleve hasta la pescadería de la esquina.
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